Roberto Peral

Habas Contadas

Roberto Peral


Doce meses

30/12/2024

No recordamos un año, por espantoso y cruel que nos pareciese entonces, del que no seamos capaces de rescatar algunos momentos dichosos, ni ha transcurrido jamás otro tan radiante como para no haber dejado constancia de injusticias y barbaries que la memoria no acierta a borrar. No ha hecho excepción a la regla este 2024 al que mañana decimos adiós, por bien que hayamos de aceptar que nos deja más heridas y días amargos que motivos de celebración. En España, el año ha estado marcado por las riadas en Valencia, que han provocado más de 200 muertos en un paisaje pesadillesco de devastación y ruina y nos han mostrado el perfil del buscavidas que hace en nuestros tiempos carrera en la política. Mientras el Congreso, y también los tribunales de justicia, se han convertido en alborotados corrales donde se dirimen de forma grosera las más variadas pendencias partidistas, los ciudadanos han tenido que salir a la calle para recordar a sus representantes que el acceso a la vivienda es ya el principal problema de nuestro país. Proliferan los negacionistas del cambio climático, nadie hace frente a la propalación interesada de bulos y noticias falsas y las estadísticas de la violencia machista (46 mujeres asesinadas) siguen arrojando cifras macabras.

En Burgos hemos tenido también lo nuestro, desde los sucedidos más chuscos (recuérdese el culebrón de las monjas excomulgadas de Belorado y su cohorte de aventureros activados por la codicia) hasta los hitos más trascendentes (la concesión del Grado de Medicina a la Universidad de Burgos), pasando por algún que otro motivo para la esperanza, como la reacción popular que hizo desistir a la alcaldesa de su intención primera de abandonar a su suerte a las asociaciones que atienden en nuestra ciudad a personas inmigrantes. 

Ha vuelto Trump, Putin y Netanyahu siguen en sus siniestros trece y se nos han ido Alice Munro, y Donald Sutherland, y Francoise Hardy. Nadal se ha jubilado, una nueva generación de futbolistas españoles ganó brillantemente la Eurocopa y, qué diablos, el Mirandés ha terminado el año en puestos de ascenso a Primera División.

Así es, en definitiva, la vida, ese misterio hecho de tiempo al que vamos incorporando aciertos y errores, razones y atropellos, regocijos y aflicciones. Feliz 2025.