Un usuario de la CL-629 que todos los días encaraba el tramo de Villasana de Mena a Bilbao contaba en julio en DB que la inversión de la Junta de Castilla y León en este tramo se limitaba a poner a unos operarios «con palas» a rellenar los baches. Parecía increíble este tipo de soluciones en el tramo de mayor tráfico dentro de las carreteras convencionales de la red regional en la provincia de Burgos, con casi 7.000 vehículos diarios. Pero la pasada semana volvió a suceder. Varios trabajadores a pie de suelo con rastrillos y una pequeña máquina de echar alquitrán apañaban la requeteparcheada CL-629 entre Ungo y Nava, donde el estado de esta vía es lamentable.

Los vecinos del Valle de Mena y de Merindades, así como sus miles de visitantes vizcaínos, parece que tendrán que seguir esperando a 2025 para un asfaltado digno, como avanzó en julio el director general de Carreteras, quien se comprometió a ofrecer antes de que acabara el año una solución más allá del asfaltado que permita a esta vía ganar capacidad y velocidad. La seguimos esperando mientras llevamos un año con un tramo de 6 kilómetros con la velocidad limitada a 60 km/hora. Como diría mi abuela, muerto el perro se acabó la rabia o en cristiano, señores conductores, despacito, y así no habrá disgustos en esta carretera abandonada por nuestro Gobierno regional.

En Mena, la Junta, que ayer presentó los gruesos números del anteproyecto de presupuestos de 2025, tiene tarea, no solo en la CL-629, sino también en su minúsculo Centro de Salud, donde se apañan como pueden sin una sola consulta para ninguno de sus 4 profesionales de Enfermería o poniendo armarios de archivadores para separar la zona de atención al público del pasillo por donde entran los pacientes. Veremos qué dice el proyecto definitivo de presupuestos. Estén atentos.