¡Nada que celebrar! Cuento los días para que el día de la Fiesta Nacional escuchemos lo de siempre, a los de siempre y donde siempre. Pero ha querido Claudia Sheinbaum, presidenta electa de México, dar la nota antes de tiempo y así demostrar al mundo dos cosas, dos. Una, que existe. Dos, que quiere ser más papista que el Papa. Y en su caso, el pope se apellida López y Obrador. Predecesor en el cargo.
López y Obrador. No Cuitláhuac o Cuauhtémoc. Conviene destacarlo para hablar de la hispanofobia de la que ha hecho bandera un presidente que se ha caracterizado por ser representante del populismo rancio latinoamericano y por dejar a su país con 30.500 homicidios en 2023. Menudos logros.
Al rey le exigen que pida perdón y que hable con ellos para concretar posición común de la conquista. Vamos, que si pueden tomar un algo y reescribir la historia cuando tenga usted un momento, básicamente. Con un par.
No es cuestión de entrar a hablar del legado cultural, universidades, catedrales o ciudades que se levantaron. Ni de los genocidios precolombinos, claro. Con leer a Elvira Roca Barea sobra. Suele decir que España es lo que es porque los españoles son lo que son. Lo sorprendente es que siga existiendo con la cantidad de ellos que quieren fulminarla desde hace décadas.
Asegura que el siglo de oro se esfumó en cuestión de días y España dejó de tener quién le escriba en un suspiro. Pasó a ser cosa de franceses e italianos. De ahí que se nos pidan cuentas a nosotros y no a los ingleses o a los belgas, por ejemplo.
Dice Belarra, que fue ministra de la cosa social, que el rey es un problema para nuestras relaciones internacionales, demostrando que ella pasó por el gobierno, pero el gobierno no pasó por ella. Y luego Rufián gritando «¡Viva Méjico, cabrones!». Tal para cual. Pero una se sentó en el Consejo de ministros y sabe quién le hace la agenda al monarca. Blanco y en botella, que diría Bolaños.
El 1 de octubre toma posesión la señora aprendiz de Maduro, coincidiendo precisamente con el inicio de la Navidad en Venezuela. Lo ideal para los hermanos mejicanos, que pase pronto, pero parece complicado en una sociedad que acostumbra a dar pan a quien no tiene dientes.