Que como canta el genial Rubén Blades, paseaba por el viejo barrio con el tumbao que tienen los guapos al caminar y llevaba las manos siempre en los bolsillos del gabán pa' que no sepan en cuál de ellas está el puñal. Hablar de Pedro el guapo es hablar del nuestro. Contó lo mucho que le afectaba lo de la belleza el propio presidente en su Manual de Resistencia. Lo del puñal también se sobrentiende, ¿no? Que le pregunten a Lobato y su cabellera. Colgada y expuesta en las vitrinas de Ferraz después de la exhibición de Sevilla. Donde entre el techno aflamencado y el tocar las palmas de Montero, que es la andaluza con menos arte tocándolas que he visto, se vino a decir «¿Veis a Juanito? Pues el que se mueva, a la vitrina». El sustituto es Óscar López en Madrid, que siempre ha sido desde hace años última parada de viejas glorias o destino obligatorio de nuevos baroncillos en la casilla de salida. Inventos, al fin y al cabo. El paso previo a un retiro habitualmente dorado. Pero en el caso del ministro, la cosa es diferente. Cuentan que nadie le ha obligado. Que ha sido él quien tenía ganas. No hay mejor soldado que el dispuesto a oler a plomo en primera línea con tal de que lo recuerden como el mártir que dio la vida por el general. 

Soldado López. Para servirle. El más fiel. No hay lealtad más ciega que la del que sabe que te lo debe todo. Y Óscar lo sabe. Se ha enfrentado hasta con el apuntador desde sus épocas de segoviano de Riaza hasta hacerse más de Canillejas que la Quinta de los Molinos. Y ha tenido para todos, Pedro incluido. Por eso le tocó probar el sabor del puñal saliendo del gabán y antes de ir a Paradores, que no está nada mal, vio su cabellera colgada del salón de presas. Aterriza Óscar para dar la batalla en Madrid y para ejecutar aquello que intentó decir Rajoy sin conseguirlo muy bien del todo: «Cuanto peor, mejor para todos y cuanto peor para todos mejor, mejor para mí, el suyo beneficio político». Traducido, que cuanto más barro y más bronca, mejor. El enviado especial para ello es Óscar, doctor en la materia. Hoy de Canillejas. Ayer de Riaza. Si se descuida y lo ven necesario, le buscan un tío abuelo de Portugalete y acaba jugando de 9 con el Athletic. Un soldado es un soldado y está para lo que haga falta.