El concejal del Ayuntamiento de Burgos Eduardo Villanueva, protagonista principal del escándalo destapado en el Ayuntamiento de Burgos sobre el uso de duplicados de tarjetas de datos de telefonía móvil y los no aclarados consumos de ingentes cantidades de datos movidos con ellas, ha dimitido. Cumple así la orden dada por el presidente de su Partido, César Rico, quien ayer le exigió que renunciara de forma inmediata por haber tenido un conducta "reprochable", haber negado información a su Partido y su Grupo Municipal y haber generado, en este caso en palabras del alcalde, Javier Lacalle, una "alarma social sin precedentes".

En un comunicado remitido a los medios, Villanueva continúa afirmando que todo "se trata de un error involuntario y así se ha reconocido y queda totalmente justificado con pruebas evidentes en el informe", un informe que hablaba de un "uso desmedido e inapropiado", tal y como subrayó ayer Lacalle, de los duplicados de las tarjetas. Asímismo, el ex concejal asegura que dimite "por mi familia y por mi partido". Villanueva dice además que no ha mentido "a nadie" en este proceso: "ni a mi partido, ni a los vecinos, ni a los medios de comunicación", pero, abunda, "no asumo la condena social a la que he sido sometido". El ex corporativo termina añadiendo que "recupero mi actividad profesional pero seguiré, como dije, creyendo en la política con mayúsculas, y no en otra".