Juan Francisco Lorenzo

Pensar con los ojos

Juan Francisco Lorenzo


OVNIS de verano

12/08/2023

Reconozcamos que el verano es diferente. He leído que sesudos congresistas norteamericanos van a destapar el tarro de las esencias acerca de la existencia de OVNIS. A mí el asunto me inquieta, casi de la misma manera que me inquietaban hace años las apariciones de Nessie, el monstruo del lago Ness que se dejaba ver en verano, seguramente porque hacía sus escarceos para tomar el sol saliendo a la superficie aunque fuera fugazmente pero activando la curiosidad de sectores de la sociedad ávidos de contemplar un monstruo de verdad, de los de antes, de esos que se paseaban en períodos ancestrales de la Tierra cuando los humanos no enredábamos destruyéndola como ahora. Pues a Nessie nunca se le fotografió -que yo sepa- ni tampoco se le atrapó. Y ahí seguimos sin saber donde está Nessie, quizás jugando con Wally.

Y con los OVNIS me da que va a pasar igual aunque estén implicados políticos de alto standing - si es que tal cosa existe- supuestamente fiables. Puede que mientras los humanos de menos standing levantamos la vista en busca de OVNIS ellos se encierren en despachos y suban los impuestos dado que cuando la ciudadanía está en Babia, que se dice, se introducen cambios semiclandestinos para que la peña no se entere.

Yo nunca he visto un OVNI pero me gustaría verlo, ni he sido abducido por un ser extraterrestre y también sería ilustrativo conversar con alguno procedente de otra galaxia y saber cómo funciona su mundo y a la vez explicarle de qué va éste, y ahí en esa explicación, surgiría mi dificultad para hacerle entender cómo seres de aspecto tan sesudo somos tan poco razonables. Probablemente la razón está sobreestimada y eso explica porqué con tanta frecuencia tomamos decisiones alejados de ella.

Por ejemplo: Feijóo tiene razón: si es el más votado tiene que mandar. Pero en algunos lugares gobiernan los chicos de Feijóo aunque no fueron los mas votados y eso muestra cómo la razón funciona según y dónde se aplique. Mi amigo extraterrestre no lo entendería y yo le diría que los humanos somos así, a veces razonables, a veces no, y siempre imprevisibles. 

Regresaría a su galaxia algo confuso y no volvería. A no ser que le invitara a conocer Benidorm.