Tremendo término; por si no eran pocas, ahora hemos descubierto una de las más terribles discriminaciones: la edad. Esta, en concreto, se descubre cuando avanzas en la vida y te das cuenta de que la madurez, lejos de ser una etapa de estabilidad y seguridad, lo que te trae son mil tribulaciones. Estas cositas no nos las cuentan en la infancia, ni en la pubertad, mucho menos en la juventud. Y cuando llegas a ser un adulto, presumiendo en tu enorme ignorancia que tu vida ya está solucionada, descubres con enorme espanto que este es el momento, en el que todo comienza de verdad.
Aún más lamentable es que una generación como la nuestra, que se ha adaptado a todo, empezando en el cole con un lápiz para acabar en la actualidad enviando audios por el móvil, y todo ello pasando por el infinito entramado de las nuevas tecnologías, hasta llegar a la inevitable inteligencia artificial. Pues van ahora y nos dicen que no nos adaptamos y que debemos pasar por la recualificación. Siendo unas generaciones que nunca hemos chistado, ni chistamos, cuando hay que quedarse dos o tres horas más a trabajar, o si no hay vacaciones, o simplemente si tienes que ir a currar el fin de semana entero para poder terminar un trabajo en plazo.
Creo que este tipo de actitud ahora es imposible, y me parece normal, las nuevas generaciones son mucho más listas y saben lo que es disfrutar de la vida, pero también es cierto que, por ahora, muchos de ellos viven del sacrificio de los demás, básicamente de sus padres y abuelos. Lo genial es que hay trabajo de sobra, y que, gracias a los jóvenes, las condiciones y exigencias van a ser otras. Olé por ellos.
Así que la sensación es que los que parecemos condenados a continuar adaptándonos hasta el final de nuestros días, debemos seguir poniendo en valor nuestras cualidades, eso de saber y querer escuchar; ayudar y colaborar en lo que sea, aunque ya no estés en tu horario de trabajo; estar pendiente y desvivirte por lo que no es tuyo ni te reporta ganancias. Esos, al final, son los síntomas del edadismo actual, si ya lo padeces, intenta hacerte un lifting o prejubilarte. El lifting no sirve para nada, pero anima, y lo de prejubilarse, si eres autónomo, olvídate, es imposible.