Martín García Barbadillo

Jueves sí, jueves no

Martín García Barbadillo


¿Y si quitamos la Noche Blanca?

27/05/2024

Vale, es una pregunta un poco antifiesta que, claramente, no me va a proporcionar más amigos. Porque, la cosas como son, a la gente le encanta la Noche Blanca a juzgar por cómo estaban las calles en la tarde y noche del sábado. Pero, ¿tiene sentido hacer algo así?, ¿cuál es el objetivo de repetirlo una y otra vez? y, sobre todo, ¿hay alternativas (mejores)?

Vayamos por partes. La Noche Blanca, se supone, es (o era en origen) una celebración de la cultura que tomaba el centro de la ciudad y, de paso, lo llenaba de gente. Lleva ya porrón de años con un esquema similar y, lógicamente, cada vez sorprende menos (o nada). No estoy seguro, pero se diría que también ha vivido tiempos de financiación mejores, aunque este no es el problema principal. Con estas premisas, si el objetivo es llenar el centro de gente, lo cumple, pero eso tiene poco mérito; con buen tiempo casi cualquier actividad lo ha conseguido, incluidas las mayores pampiroladas imaginables. Y si va de cultura, se queda un poco flojo, más para una ciudad que (al menos formalmente) aún aspira a ser Ciudad Europea de la Cultura en 2031. 

A estas alturas, el problema es, como decían en Airbag, el concepto: apiñar actividades unas al lado de otras, solapadas, amontonadas, sin un sentido o relato, poniendo una y otra vez los mismos (o parecidos) vídeos o proyecciones sobre edificios, los mismos (o parecidos) franceses voladores, el mismo tutti frutti... Todo igual, pero con una ligera, e inexorable, pendiente descendente hasta no se sabe cuándo y dónde.

Y, como decíamos, ¿hay alternativas? Pues debería, porque la Noche Blanca no es un pacto eterno que tengamos con los dioses, una obligación hasta el final de los tiempos. No estaría mal un poco de reflexión a estas alturas. Si de mí dependiera, el próximo año, de entrada, no se celebraría y pensaría para el futuro qué hacer en esta ciudad si el objetivo es montar algo alrededor de la cultura y la gente. Se pueden plantear menos actividades, pero más escogidas, propuestas con más sentido, que la cosa cuente en conjunto una historia, que aporte algo de enjundia a la ciudadanía. No lo haría en 2025, y en 2026, si eso, juntaría el presupuesto de dos ediciones y las ideas de 1.000. Trataría de buscar, en definitiva, un poco de criterio. Y, quién sabe, igual a la gente le gusta también, o incluso más que lo de ahora.

La gente es así. Salud y alegría.

ARCHIVADO EN: Noche Blanca, Burgos, Salud