Hace más de quinientos años que Cristóbal Colón descubrió América y comenzaba, para bien y para mal, la conquista del nuevo continente y el desembarco de los nuevos pobladores en busca de fortuna. A lo largo de los siglos, los españoles emigraron hacia esas nuevas tierras para montar sus negocios y hacer las américas. Muchos de ellos, llamados indianos, amasaron riqueza y volvieron a sus lugares de origen para vivir sus últimos años o incluso crear algún negocio. Desde décadas son muy pocos los que emigran y muchos los que llegan a España, la tierra prometida en la que buscan labrarse un futuro.
Con el boom económico todos los inmigrantes buscaban las grandes ciudades, pero con la crisis también tuvieron que mirar de reojo hacia el mundo rural. No son pocos, y la cifra crece día a día, los que han decidido vivir en los pueblos y aprovechar las pocas oportunidades que este ofrece, máxime cuando uno es forastero y no tiene propiedad alguna a la que aferrarse para montar cualquier tipo de negocio o iniciar una actividad económica.
Ante este panorama, no es de extrañar que buena parte de las cantinas y bares del medio rural estén regentados por estos repobladores que han comenzado la conquista de este país como en su día hicimos los españoles, aunque sin la crueldad que parece emplearon nuestros antepasados en su gesta. Esta conquista pacífica está sirviendo, además de para engordar el padrón, para recuperar o salvaguardar cantinas y bares, un servicio al parecer de primera necesidad. Los ayuntamientos ya no exigen la apertura de los consultorios médicos, que siguen cerrados desde antes de la pandemia, lo prioritario ahora es mantener abierta la cantina.
No dudan en ofrecer todo tipo de prebendas y llegará el día en el que el cantinero será un funcionario municipal, tiempo al tiempo, y colocarán una alfombra roja para que estos nuevos pobladores conquisten el medio rural y contribuyan a la buena salud de sus vecinos porque no hay mejor medicina, por lo menos para la salud mental, que tener la cantina abierta. La colonización ya está en marcha y ahora a esperar el efecto llamada, como el que hacía referencia a Briviesca hace ya de eso unas cuantas décadas. Bienvenidos y salud.