Fernando Trespaderne

Erre que erre

Fernando Trespaderne


Todo al verde

09/10/2024

Guardar viejos recuerdos profesionales y ponerlos en el contexto actual no deja de tener su gracia, como el de la primera piedra del polígono industrial de Melgar de Fernamental, un acto que hace casi dos décadas presidió José María Martínez, por entonces vicepresidente de la Diputación, ante la ausencia de Vicente Orden Vigara, presidente de la institución provincial, y la alcaldesa, Montserrat Aparicio. Casi nada más poner la primera piedra llegó la crisis del ladrillo y El Parralejo se convirtió en un secarral, con no pocos problemas financieros.

Pero parece que los milagros existen y, tras años de ostracismo, aquel proyecto por el que pelearon el ayuntamiento melgarense y la Diputación resurge, ahora de la mano de la Junta y de la propia Diputación, para acoger a un conglomerado de empresas pioneras en la producción de energías limpias y combustibles del futuro, comenzando por una planta de amoniaco verde a la que seguirá alguna más en esa línea, porque lo verde se lleva, tanto en la producción de energías limpias y renovables hasta en la imagen corporativa de las empresas. El sello 'verde' en energía, como en los productos ecológicos, vende bien y por eso estamos de suerte en esta provincia. De ser unos apestados por acoger una central nuclear, energía que para algunos sigue siendo la más verde, hemos pasado a ser líderes en producción de energía eólica, con casi dos mil aerogeneradores; llevamos camino de ser también punteros en la solar si se materializan los proyectos que transformarán buena parte de La Bureba en un 'mar de placas' y qué quieren que les diga, del hidrógeno, con proyectos para estar también en cabeza.

Cuando se puso la primera, y casi la última, piedra del polígono de Melgar ni los más visionarios pensaron que la localidad se convertiría en epicentro de inversiones millonarias y producción de energías limpias. Con tantos proyectos y producción, actual y de futuro, de energía limpia, ha llegado el momento de que la provincia apueste por el verde como color corporativo y pensar que si El Parralejo ha resucitado por qué no puede ocurrir lo mismo con el proyecto termal y de cría de rodaballos de Llano de Bureba. No pierdo la fe.