Hace unos días, y por causas que no van a ninguna parte, tuve que pasar una hora o dos en una sala de espera de una Unidad de Urgencias en un centro médico de esta ciudad. No voy a hablar de si tardaron mucho o poco porque, la verdad, la atención fue cercana, afable y rápida. El caso es que, mientras esperaba allí sentado, me llamó la atención la presencia de dos máquinas de autoservicio, de estas que, por unas monedas, te pueden surtir de un café, agua, un refresco o ciertas chucherías.
Una, efectivamente, estaba exclusivamente dedicada a botellas de agua y de refrescos, pero fue la otra la que más llamó mi atención. En la parte inferior del marco de su luminosa parte frontal, junto a la marca comercializadora de la máquina en cuestión, rezaba este mensaje, escrito en dos idiomas, colores y tamaños: Eat Healthy. Come saludable. No les voy a negar que yo, dado como soy al consumo de todas esas cosas que seguramente no debiera, hallé poco atractivo a la propuesta, comer saludable siempre da una singular pereza a quien disfruta de lo azucarado y colorido, cual es mi caso.
Sin embargo, y quizás en ataque de arrepentimiento espontáneo, como acto de contrición alimentario, me acerqué a ver las saludables viandas que aquella máquina lisonjera me ofrecía. Y me convenció. En el piso más alto, había tres tipos diferentes de snacks de patata, con sus correspondientes sabores. En el piso inferior, gominolas, aperitivos anaranjados sabor queso, aros de maíz, barritas de pan con cosas y dos tipos de bollos de chocolate, uno de ellos, eso sí, zero. Los dos siguientes pisos estaban llenos de todo tipo de chocolatinas, galletas, bollería industrial y frutos secos. Más abajo, refrescos de té helado y zumos con y sin leche. Finalmente, dos tipos de sándwiches empaquetados y un bol de ensalada listo para comer. «Igual es que, en realidad, yo como bastante saludable», pensé. Pero no. Y no sé si me parece bien o mal que en un hospital se ofrezcan este tipo de productos (que insisto, yo puedo consumir en cualquier momento, no soy fundamentalista de esto), sino, más bien, ponerlos en una máquina con un cartel de Come saludable casi me parece de coña.
En fin. Coman bien y disfruten.
@VladimirConV