Hay cosas que es imposible que no generen bronca y una de ellas es el fichaje del cómico David Broncano por parte de RTVE a razón de 14 millones de euros/año por dos anualidades. Lo que hace una suma de nada menos que 28 millones que va a aflojar la televisión pública y que sale de nuestros bolsillos.
Para llegar a este punto ha habido una gincana de situaciones, con la destitución de Elena Sánchez como presidenta de RTVE -y que es del palo de quien gobierna-, pero que ha antepuesto la profesionalidad a la voracidad desmedida del mandamás del gobierno. Ya han tenido que poner a una militante del PSOE, bueno ni eso, a una militante 'sanchista', porque lo que es el PSOE lo han desguazado.
Lo peor de todo es el porqué de esta situación. Resulta que hay un programa en prime time de una cadena privada que dirige un tal Pablo Motos que no es del agrado del presidente Sánchez porque es crítico con el gobierno y en concreto con él, pero es que es lógico porque el mandamás en ocasiones se ha pasado de frenada con su soberbia hacia el conductor de este programa. Y ahora resulta que lo tenemos que pagar todos los ciudadanos a escote… Por capricho y empecinamiento del individuo que duerme en Moncloa en aras de controlar la prensa y al que no se rinde a su pleitesía. El asunto apesta.
¿No sería mejor, desde la perspectiva burgalesa, que se cogieran esos 28 millones y se dedicaran a sacar la bateadora del túnel de Somosierra? Dejando a un lado las cifras inventadas del ministro Puente, es lo que cuesta sacar esa máquina según los estudios serios… Por cierto, a Oscar Puente le parece inviable poner en marcha el ferrocarril Directo por su alto coste inventando cifras, pese a decir un minuto antes que su ministerio no solo tiene que mirar la rentabilidad económica, también lo social. ¿Qué pensará por esa regla de tres de los 28 millones gastados por contratar a Broncano, además del coste de modificar la programación con tal de contraprogramar al que cae mal a su jefe?