No sé si habréis jugado alguna vez al 'yo nunca'. Consiste en que alguien dice una frase con algo que no ha hecho jamás, del tipo «yo nunca me he colado en una fiesta», y las personas que han hecho lo mencionado, pierden. Es decir, beben, en la versión adolescente.
Pues bien, entre los padres con niños pequeños existe una versión de este juego mucho más sosa y con un objetivo más deleznable: denostar a los demás. Así, de su boca surgen frecuentemente frases que empiezan por «yo nunca», pero en vez de describir el pasado, se refieren al futuro. Las más habituales suelen ser expresiones que afirman que van a ser padres modélicos, no como los demás, que les parecemos lo peor: sin principios ni autoridad, y sobre todo flojos, muy flojos.
Entre las aseveraciones que más abundan y que, sin excepción, tendrán que comerse con patatas unos cuantos años más tarde, se encuentran las siguientes: «yo nunca dejaré que mi hijo use tanto tiempo el móvil, yo nunca le daré todo lo que pida»… Y por supuesto, la frase estrella: «yo nunca iré a recoger a mi hijo cuando salga de fiesta a las tantas de la madrugada». Y es que todos hacemos de taxistas, y mucho más de lo que lo hacían nuestros padres, probablemente porque vivían felices en la ignorancia de dónde estábamos. Pero esta es otra historia.
Pues bien, el otro día me planté. El sábado queremos ir a la Pepe's, fue el mensaje de WhatsApp de una de mis hijas un día hace unas semanas. Para el que tenga la gran suerte de no saber qué es la Pepe's, os lo cuento: es una discoteca de Salas de los Infantes, a unos cuantos kilómetros de mi adorado Palacios de la Sierra, donde yo me iba a encontrar ese sábado. Mi reacción fue automática: No contéis con nosotros. La verdad es que no sé de dónde salió esta rebeldía. Pero ya estaba hecho. No fue fácil. Tuvimos que unirnos todos los padres del grupo y mantenernos firmes, pero lo conseguimos. ¿Y sabéis qué hicieron nuestras hijas? Organizarse con los jóvenes de varios pueblos y contratar un autobús. Y yo me pregunto: si podían hacer eso, ¿por qué hemos estado pringando hasta ahora?
Nunca más iré a recoger a mis hijos cuando salgan de fiesta.