La Junta de Castilla y León lanza un plan especial de protección de catedrales, y no incluye a la de Burgos. ¿Se imaginan? Es lo que sucede en el Plan Especial de Protección Civil ante Emergencias por Incendios Forestales en Castilla y León (INFOCAL), en el que se decide qué municipios van a tener 'protección prioritaria', y dejan fuera a pueblos con masas forestales enormes en la comarca de Pinares de Burgos-Soria, que sin duda es una catedral de la naturaleza.

El portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, dio el jueves una explicación surrealista: «ser calificado prioritario tiene mucho que ver con el historial de incendios del pasado y expectativas de futuro, así como la gestión de la masa forestal. Cuando está bien gestionada y es apreciada el riesgo de incendios es menor». Este racional llevaría a premiar a los que más descuidan sus masas forestales.

Preguntado el firmante de la norma, José Ángel Arranz, director general de Patrimonio Natural y Política Forestal, nos explica que la selección de los pueblos «es una decisión derivada de análisis técnicos», que determina qué municipios «tienen mayor riesgo de sufrir daños en las zonas urbanas o de interfaz urbano-forestal si se produjera un incendio forestal, y por tanto son prioritarios a la hora de elaborar planes de protección local para protegerse de esa eventualidad». En definitiva, que es una norma para proteger a los cascos urbanos y sus habitantes de los incendios en el monte, no un plan de control de incendios forestales.

El matiz es para nota y el resultado ininteligible. ¿Cuál es el algoritmo que lleva a que Palacios, Vilviestre o Covaleda, sean considerados de protección prioritaria, y no así Quintanar, Neila, Regumiel, Canicosa o Duruelo? Son meras continuidades, con enormes semejanzas. Deberían darle una vuelta a los criterios técnicos, que chocan contra el sentido común.

La consideración de prioritario implica atención, medios de protección y planes locales de prevención, emergencia y evacuación, tan tediosos como necesarios, como se pudo ver en el caos que hubo en el incendio de Silos. No tiene sentido que la Junta haya aceptado la petición de ASOPIVA para declarar como Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial a la Suerte de Pinos y que luego no se consideren prioritarios sus pueblos, que los deje a su suerte, al azar. Por favor, corrijan.