Inés Praga

Esta boca es mía

Inés Praga


El paso de los años

29/12/2024

¿Solo se recuerda cuando se empieza a envejecer o -dicho de otro modo- cuando nos va abandonando la juventud? Hay un tiempo en la vida, siempre impreciso, en que la existencia se vuelve más vacía, va creciendo el silencio y a menudo nos sentimos extraños en una ciudad que antes era nuestra; un tiempo en el que ya no vemos tantas cosas y, sobre todo, ya casi nadie nos ve a nosotros. Es entonces cuando sabemos que ya no somos (tan) jóvenes, porque nos sentimos excluidos del presente y el tiempo nos empieza a pesar. Y es entonces cuando comenzamos a mirar hacia atrás, hacia todos esos años que se diluyeron, pese a tantos afanes. 

Estos días estamos en tiempo de inventario, valorando cómo ha sido el año que termina e incluso nuestra vida hasta hoy. Recordar es una de las bellas artes y es una bendición, en vez de una tristeza, siempre que controlemos la nostalgia y aceptemos las pérdidas y las derrotas como algo inevitable. Porque la memoria puede ser nuestra gran aliada para (re)vivir lo mejor, olvidar lo peor, perdonar, amar de nuevo y todavía, imaginar ese momento de gloria que nunca existió, expiar las culpas, redimir a los nuestros, (re) conquistar la pasión que el tiempo se llevó, enhebrar la ilusión, nombrar las miserias, dignificar los fracasos, descubrir penas y alegrías ocultas y convertirnos en dueños de nuestra propia historia, que sigue viva aunque pensemos lo contrario.

Precisamente esta es la idea de un hermoso proyecto, Tu historia de verdad importa, en el que personas mayores conversan y cuentan su vida a voluntarios jóvenes durante meses. De cada relato se hará un libro y en España hay más de 600 publicados hasta la fecha, un ejercicio de memoria viva y compartida que ilumina y rescata el paso de los años. Quienes han participado hablan de grandes efectos terapéuticos al escucharse y ser escuchados, y de cómo contar tu historia alivia enormemente esa sensación del tiempo perdido, de la vida vacía. 

La mejor lección es que toda vida es única y tiene un valor que el paso del tiempo no puede borrar. Disfrute compartiendo los buenos episodios de la suya y haga el propósito de aumentarlos en ese 2025 que viene con un cuarto de siglo a la espalda. Nos esperan 365 páginas por escribir: no olvide el boli, la ilusión y las uvas. 

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