Como es sabido, la Junta de Castilla y León declarará Bien de Interés Cultural (a petición de un particular) la Pirámide de los Italianos del Escudo para que, hipotéticamente, no sea derribada en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática u otras. Esta construcción fue levantada por el régimen de Mussolini como mausoleo para los combatientes italianos fallecidos en la Guerra Civil en el frente del norte en la provincia de Burgos y alrededores.
Si no la conoce, le recomiendo una visita, vale la pena. Está enclavada en un alto sobre el pantano del Ebro y parece como si la hubieran dejado caer allí los extraterrestres (de hecho el incansable -e inclasificable- Iker Jiménez ha hablado del lugar en varias ocasiones). Es una mezcla entre futurismo, brutalismo y otros ismos arquitectónicos que, en medio de la parte verde de esta provincia es un verdadero puntazo, a pesar de que se encuentre en un estado deplorable de casi ruina. Y, sí, es un monumento fascista, pero eso tiene remedio y no necesariamente pasa por tumbarlo.
La Consejería de Cultura, dirigida por Vox, lo declarará BIC para «salvarlo», y puede que le importen sus valores artísticos o históricos, pero también han podido tomar la decisión para apuntalar su discurso ideológico y usarlo como arma arrojadiza contra el Gobierno de España en la campaña permanente de ruido que desarrolla este partido. Para eso y para dar una satisfacción a sus fans, que jalean la decisión con golpes en el pecho y otros exabruptos en las redes sociales.
Pero el caso es que salvar la pirámide es una buena idea, porque como edificio lo merece y porque no deja de ser una huella histórica en medio del escenario donde se desarrollaron acontecimientos importantes. Un lugar en el que plantarse, ponerse en la piel de los que estuvieron por ahí hace más de 80 años, echar un rato y pensar.
Declararlo BIC, sin más, no supone nada, poco más que escribirlo en un papel. Si a la Junta le interesa de verdad este monumento, que lo adecenten, lo mantengan y lo conviertan en un lugar con un sentido, un nuevo significado, una utilidad. En definitiva, que se lo gasten. No estoy muy seguro de que lo veamos. Salud y alegría.