Si a estas alturas del año aún no tienen en la cabeza el Burrito sabanero no se preocupen. Dense unos días. Tal vez unas horas. Cuando menos lo esperen se descubrirán tarareando en silencio aquello del 'tuqui, tuqui'. No es nada grave, en serio. De hecho, pueden estar contentos pues seguramente sea el único villancico en castellano que esté de moda.
La Navidad sucumbió hace ya muchos años a la 'anglinización'. Es cuestión de tiempo que llamemos Santa Claus a Papá Noel, el cual tampoco estaba en nuestras vidas hace 60 años, pero que ahora viene a nuestra casa cada 25 de diciembre, accediendo por una chimenea que ni siquiera tenemos. Por la mañana, nos despertamos con regalos que ha depositado en calcetines gigantes con nuestro nombre bordado con una tipografía decorativa. A cambio, este simpático hombre transportado desde Laponia a lomos de un trineo arrastrado por alces, se come unas fantásticas 'cookies' y unos 'muffins' con forma de copo de nieve que delicadamente preparamos el día anterior. ¿Y qué escuchábamos mientras cocinábamos? Naturalmente en bucle el All I want for Christmas is you de Mariah Carey (en mi cabeza lo he pronunciado Maraya).
Antes sólo conocíamos este villancico y el Last Christmas de Wham!, pero ahora son un ejército de canciones que poco a poco ha desplazado a los Peces en el río o a Campanas de Belén. Hace poco leí que el bueno de David Bisbal se ha permitido el lujo de lanzar un disco con una recopilación de nuestro cancionero patrio, lo que desde mi punto de vista eleva su carrera a un nivel estelar. Por supuesto estará el Burrito Sabanero, que ni siquiera es española, sino venezolana. Pero, asumámoslo, a día de hoy sólo nos queda el 'tuqui, tuqui'.