José María Vicente

El Rincón de...

José María Vicente


Vivienda

14/01/2025

Mucho me temo que nuestros políticos han descubierto el nuevo campo de batalla en el que centrar su atención en los próximos meses. La palabra mágica a partir de ahora es vivienda. Sus estrategas de uno y otro lado se han dado cuenta de que el problema que ocupa el primer puesto entre las numerosas preocupaciones de nuestros compatriotas es la vivienda y van a aprovechar a fondo esta debilidad. Pero no nos engañemos, si han decidido darnos la matraca con este asunto es porque piensan que les va a ser rentable en términos electorales. No crean que su motivación es la de prestar un servicio a los jóvenes y no tan jóvenes de este país. Nada más lejos de la realidad. Si verdaderamente esa fuera su intención se pondrían de acuerdo para sumar fuerzas y crear las condiciones de todo tipo que permitan poner en el mercado tantas viviendas como se necesiten y de la calidad y tamaño adecuado a la demanda. No esperemos nada de esto. Sólo utilizarán el asunto para atacarse en una guerra de guerrillas que desgaste al enemigo sin tener en cuenta que quien sufre las consecuencias es el comprador que cada vez está más lejos de ver respetado su derecho constitucional a una vivienda digna. Concretamente el último trimestre un 8.3% más lejos. La cosa es tan evidente que no admite mucho más. 

Si no hay un esfuerzo conjunto entre todas las administraciones superpuestas con las que hemos diseñado la gestión de la cosa pública no hay nada que hacer y ellos, los políticos, son quienes mejor lo saben. Pero una vez más jugarán con los sufridos administrados. Acabamos de verlo perfectamente escenificado en la gestión de la catástrofe valenciana en la que después de dos meses y medio no sabemos si eran galgos o podencos. Pues con lo de la vivienda pasará algo parecido y mientras tanto seguirá subiendo el precio. Tanto unos como los otros llevan el suficiente tiempo gobernando en sus respectivos ámbitos, ya sea estatal, autonómico o local, como para que el asunto estuviera resuelto o en vías de resolución. Pero la verdad es que el problema está fuera de control y sin perspectivas de mejora, visto lo visto.

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