A la espera de la cuarta ola de calor y de la llegada a España del expresidente catalán Puigdemont, qué coincidencia de fenómenos, la provincia sigue tirando de clásicos para entretenernos a los autóctonos, veraneantes tradicionales y turistas atraídos por los carteles de una programación estival que funciona, a pesar de la sensación de saturación que produce el simple hecho de contemplar las páginas de Diario de Burgos anunciando eventos de sobra conocidos y asentados en el calendario estival. Esta semana arrancaba la Vuelta Ciclista a Burgos, el dinero público mejor invertido en la promoción de la provincia por la repercusión mediática que logra cada año, y anoche lo hacía Sonorama, uno los grandes festivales del país a pesar de no tener una playita al lado, con la intención de superar los récords de años anteriores y de que ola de calor no convierta la Plaza del Trigo en un infierno.
Sin los grandes presupuestos de estos dos grandes eventos, hay otros clásicos que se han ganado con el paso de los años un más que merecido reconocimiento (alguien se tendrá que acordar algún día de los pioneros de estos espectáculos) como son las representaciones de Los Siete Infantes de Lara, que arranca mañana en Castrillo de la Reina con XXXII años a sus espaldas; El Cronicón de Oña, que llega a su XXXVI edición entre los días 14 y 18 o la Batalla de Atapuerca, que cumplirá su XXIX aniversario el día 25. Un gran mérito seguir ahí después de tantos años y mantener viva la llama de la cultura en el medio rural, con estas prestigiosas representaciones históricas y otros espectáculos que salpican toda la provincia.
Es de esperar que ni la ola de calor ni la llegada del prófugo catalán quiten nada de protagonismo al estío cultural burgalés y ya puestos a pedir por qué no hacer un llamamiento a los excelentes organizadores de las actividades culturales agosteñas que miren más allá de este mes porque hay vida tras el verano en el medio rural, con menos vecinos eso sí, y muchas ganas de cultura en cualquier época. Ahora disfruten de esta mágica quincena cultural y de esta provincia que, además, ofrece naturaleza, mucho arte y una gran gastronomía.