Blanca García Álvarez

De aquí y de allí

Blanca García Álvarez


Los comienzos

12/09/2024

Bienvenidos a la etapa de los principios. Familias de maestros, padres de menores y todos los que nos dedicamos de una forma u otra a la vida educativa celebramos nuestro año nuevo particular. Para nosotros, enero no tiene tanta importancia como septiembre y aprovechamos todo agosto para intentar olvidar hasta la clave de acceso de nuestro ordenador del trabajo. Desde una mochila nueva, a un curso escolar por estrenar o quizás un trabajo nuevo, tenemos todo por comenzar y todo por hacer, en todas sus acepciones.

Un esfuerzo que no pasa desapercibido por ser más paciente, más eficaz y aprender de los disgustos del pasado. Un momento para ver las caras de los primeros incorporados, y para que se nos pegue su ilusión y se nos olviden los males que ya llegarán en algún punto.

Nuevos programas en la tele, nuevos debates que se abren, esperemos que también nuevas formas de hacer política. A mí misma me permito varias cosas en estas semanas: hacerme las mechas para empezar con buen pie (y buen pelo), comprarme esos pantalones para ir con ganas a la oficina y ser un poco más inocente para recobrar la fe en lo que normalmente no la tengo. ¿El Supremo tiene presidenta? Quizás abrimos una época de consensos (por fin). ¿Reconocemos al ganador de las elecciones de Venezuela? Quizás empezamos a defender a quién comparte nuestros valores (ojalá). ¿Las manifestaciones de la Diada convocan a la mitad de personas que el año pasado? Quizás el desgaste independentista termine con su propio espectáculo dantesco (sólo puedo soñar).

Inocencia de los principios y extraordinaria intención de querer cerrar un poco los ojos ante lo que normalmente nos saca de quicio. De intentar fijarse un poco menos en la marca de la pared y centrarnos en recordar que son los restos de las ruedas de la maleta de las vacaciones. De entender que la suciedad de las zapatillas, la rotura en los uniformes recién estrenados y el cambio de dioptrías en los más pequeños significa que están conociendo el mundo, sus fronteras y mirando hacia algún futuro que está fuera de su vista (literalmente). Aunque eso signifique que, buscando sus límites, encuentren los nuestros.