It´s raining again. Supertrump.
Hoy celebramos el día mundial del clima. Aunque no sé, con qué cara nos atrevemos a celebrar algo que estamos empeñados en destruir a pasos agigantados.
Me parece triste que a pesar de todas las evidencias presentadas por la comunidad científica acerca de los problemas que se nos avecinan con el cambio climático que está provocando la enloquecida actividad humana, multitud de personas se empeñen en todo lo contrario, simplemente por una rara enfermedad, aún no bien diagnosticada, que podríamos conocer como síndrome de la Gata Flora.
Lo más chusco del caso, es que una gran legión de fieles conspiracionistas sigue a pies juntillas las soflamas demenciales de expertos en clima, que no han estudiado meteorología en su vida, pero que jugaron en un equipo de fútbol, vendieron un montón de discos, o se casaron con un famoso.
Me gustaría invitar a los responsables de estas celebraciones mundiales que tal día como hoy la hicieran coincidir con el 'Día del Cuñado', pues a buen seguro se animarían sobremanera las tertulias familiares, las barras de los bares y las sobremesas de todo tipo de celebraciones'.
Y es que nada mejor que un 'cuñado' de libro y una buena tormenta. O sequía, que da lo mismo. El caso es cerrarse ante la evidencia, negar el cambio climático. De ahí la necesidad de proteger a los negacionistas y evitar que les colapse el entendimiento. Por eso un «día Mundial del Cuñado Meteorólogo», angelitos.
Porque vamos a ver. Si se tiran medio verano poniendo a parir a las fuerzas ocultas aliadas del gobierno de turno que organizan largos y constantes chemtrails para provocar sequías, ¿cómo explican ahora que de repente se abran los cielos en forma de danas y nos inunden, creando auténticas tragedias con grandes daños materiales y pérdida de vidas humanas? ¿Han dejado los aviones en los hangares? ¿Nos fuñigan con el producto contrario?
Lo dicho. Como la Gata Flora. Y que viva el Día Mundial del Cuñado.