Beni Pérez

Plaza Mayor

Beni Pérez


Perros y niños

13/02/2025

Creo que hoy me voy a meter en un tema que me va a crear conflicto incluso con familia y amigos. Y es que el amor por las mascotas parece ser un tema intocable, de esos sobre los que no se puede comentar nada en contra. Pero es que mi amor por los niños es mayor. Y, a fin de cuentas, como casi siempre, es una cuestión de educación. Y de respeto a las normas de convivencia que nos hemos dado entre todos.

Me dice mi amiga Sheila que en la unidad pediátrica del HUBU, la principal causa de ingresos en invierno es debida a afecciones respiratorias, mientras que en el buen tiempo se deben a ¡mordeduras de perros!

Me comenta que es habitual ver cómo los amos de los perros sueltan a sus mascotas en cuanto salen del asfalto y pisan verde. Y así en el General Gutiérrez, en las inmediaciones del centro Tomás Pascual, en el parque Allendeduero… se pueden ver perros campando libremente, sin correa, sin bozal, alejados de sus amos. Y, claro, los padres sufren, porque algunos cánidos tienen fauces mayores que la cabeza de los niños pequeños; y, aunque tuviesen mandíbulas más pequeñas, también pueden hacer presa en brazos y piernas.

Además, como no todos los dueños recogen los excrementos de sus mascotas, la suciedad que cubre el suelo, el césped e incluso las pistas de los parques infantiles, es otro peligro añadido para los pequeños.

Con sorna, Sheila ironiza sobre lo que le pasaría a ella si permitiese a su niño defecar en medio del parque. Y más aún si no recogiese lo sembrado por su niño.

Se dirá que son los padres los que deben vigilar a sus hijos. Pero también los amos a sus mascotas. ¿O acaso los niños tienen que tener menos libertad de movimiento que los perros? Es que parece que somos más permisivos con los perros que con los niños.

Las estadísticas nos dicen que en los domicilios arandinos hay más perros que niños. Aunque sean mayoría, los animales no deben marcar el paso de la sociedad. Por mucho que los queramos, nuestros perros no son personas. Y los niños, sí. ¿O alguien lo duda?

ARCHIVADO EN: Mascotas, Niños, HUBU