María Albilla

Plaza Mayor

María Albilla


Paraísos artificiales

17/08/2024

Defiendo con vehemencia las patrias propias y los paraísos artificiales. Esos lugares son los salvavidas a los que nos aferramos con uñas y dientes cuando ya no quedan islas para naufragar. Lo mejor de ellos es que cada uno es libérrimo de tener cuantas quimeras tenga a bien. Algunos viven en una quimera secesionista, otros en la quimera del poder. Quizá un amor platónico pueda ser el motor de la ilusión o un viaje soñado, un proyecto empresarial, un nuevo comienzo en la vida... Si algo maravilloso tiene la fantasía es que es libre de imaginar tantos paraísos artificiales como uno quiera.

Emprender en un pueblo es también el sueño de muchos que, con una buena dosis de valentía, logran convertir en realidad una vida soñada en la paz de la ancha Castilla. Ellos mantienen vivo el espíritu de antaño, aquel que nos ha llegado de las historias que nos contaron nuestros abuelos y sobre nuestros abuelos. Aunque pensar en que aquella vida pueda regresar sea otra quimera, siempre queda la esperanza de que nuestros pueblos sigan latiendo fuerte, cuanto menos en los meses de verano.

Los programas de eventos dan fe de la inquietud y de las ganas de abrazarse a la cultura como tabla de salvación rural y la música y el teatro se convierten en los reyes de la fiesta. Y así llega esta tarde Juana I de Castilla a las calles de Presencio, mi pueblo, mi patria propia, donde una veintena de vergueros y vergueras revivirán a la mal llamada La Loca. No quito mérito a ninguna de las representaciones que se hacen en la provincia sobre temas históricos, pero permítanme que me aferre a esta y les convide a pasar la tarde de hoy en Presencio para acompañar en sus nervios y en su éxito a todos los que participan en la representación de Rebeldía por amor. A partir de las 21,00 horas, desde el Arco de entrada al pueblo, vecinos y vecinas desplegarán su arte, trabajo e ilusión al estilo de Luis Landero en La última función. Porque como apunta el escritor, la cultura es un medio redentor de las personas y de los pueblos, muchos suspendidos hoy en el tiempo y despojados de su alma propia bajo la llamada España vaciada.