No todos los días son domingo. Aunque haga un tiempo excelente. Aunque el Burgos continúe activo en la lucha por subir a Primera. A veces uno se levanta con el pie cambiado y en busca de algo de lo que refunfuñar. Yo lo he encontrado hoy, casualmente, en los dominicales. No puedo con ello. Llámenme rancio, cuadriculado, simple o viejuno. Tendrán razón. Y cada día más. El caso es que me parece ridículo, falso y hasta ofensivo para muchos de los 'afectados' y para muchos de los lectores. Me refiero a esa moda -que parece que no pasa nunca- de las revistas que acompañan a los diarios el último día de la semana de vestir con varios looks diferentes a base de prendas de lo más raras y absurdas, y hasta delictivas algunas para salir por la calle con ellas, con las que 'disfrazan' a actores y cantantes en las entrevistas y reportajes.
A mí como lector me interesa conocer lo mejor posible al personaje en cuestión tal y como es, tal y como él se presenta. Las apariencias elegidas por cada uno para cada momento, actividad o acontecimiento también dicen cosas de nosotros. Prefiero ver a los protagonistas vestidos de ellos mismos y por ellos mismos antes que detrás de marcas que lucen 'trapos' extraños -y muy creativos, eso sí- para ganar nombre y luego hacer caja vendiendo colonias y bolsos al gran público, que así se siente elevado al glamur de las grandes estrellas. Y nada más lejos -y más caro- de la realidad.
Entiendo que ese paripé forma parte del 'juego' por ambos lados: las revistas echan mano de las grandes firmas internacionales de moda que les ponen páginas y páginas de publicidad, y los artistas se 'dejan hacer' en pos de promocionar su imagen pública y su nuevo disco o su película de estreno. Supongo que se trata de un silencioso quid pro quo que a ambas partes beneficia. Y que posiblemente a la mayoría de los lectores guste. Pero yo estoy en la otra esquina, agazapo pero siempre preparado para discrepar y rezongar.
Pero basta ya. ¡Vaya chapa estoy soltando! Vamos a cambiar de tercio y a destensar, que sigue siendo domingo y día de asueto.
Vivimos en un mundo lleno de ránkings, podios, top ten, los mejores de..., los grandes éxitos de... Comparto hoy con ustedes uno mío que seguro nunca se han planteado (y si no lo han sufrido, pues mucho mejor): ¿cuáles son los tres pa'luegos más comunes y contumaces a la hora abandonar las muelas, ya sea con palillo o con seda dental (porque el cepillo ahí no tiene nada que hacer)? En tercer lugar, la ternera poco hecha. En el segundo puesto, los mejillones. Y en lo más alto, el fuet.
Que tengan buen Descanso dominical (por cierto, excelente disco de Mecano de 1988).