Jesús de la Gándara

La columnita

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ESPINA

28/10/2024

Esta ESPINA no es una aguja, ni un pincho, es un acrónimo que acabo de inventar que significa 'Extranjeros Sí, Pero Inmigrantes No Aquí', el cual no requiere mucha explicación en el contexto del grave problema de inmigración que afecta a Europa y España. Pero la idea la he tomado de otro acrónimo inglés, NIMBY, que significa Not In My Back Yard (no en mi patio trasero), que nació en Estados Unidos en los años 70 y lo popularizó en los 80 el partido político de Margaret Thatcher. Describe la reacción de rechazo de grupos de ciudadanos ante la ubicación en su entorno doméstico de instalaciones o actividades percibidas como peligrosas, molestas o desagradables, tales como centros para adictos, SIDA, marginados, manicomios, prisiones, e incluso fábricas o centrales eléctricas. 

Quienes defienden la actitud de nimbyzación son tildados de insolidarios, xenófobos o egoístas, y siempre se concitan controversias políticas violentas. La versión castellanizada fue SPAN, 'Sí Pero Aquí No', que denotaba cierta hipocresía de las clases privilegiadas frente a otras marginadas o estigmatizadas, como grupos étnicos, raciales o religiosos. Personalmente lo he observado en relación con el estigma (que por cierto significa espina) asociado a los centros psiquiátricos. Últimamente también se ha difundido el concepto opuesto YIMBY Yes In My Back Yard (sí en mi patio trasero), pues a veces conlleva ciertas ventajas, como disponer de servicios especiales, abaratar impuestos o liberar terrenos para construir viviendas sociales.

Como se ve, el fenómeno es viejo pero muy actual, es notorio en los medios y latente en la conciencia colectiva, y en nuestro país se expresa, no sin cierta vergüenza, en el 'Sí' a millones de extranjeros turistas que adecentan nuestra economía, pero 'No' a miles de extranjeros inmigrantes que tanto nos necesitan y necesitamos. 

Es un tema muy complejo, los acrónimos solo facilitan su descripción, aunque no sirven para resolverlo; o tal vez sí, pues las cosas complejas necesitan ser verbalizadas, aclaradas y compartidas, así adquieren más vigencia en los medios y en la sociedad, los políticos y poderosos se sienten impelidos a abordarlos, y tal vez así, con más conciencia y más compromiso, se puedan encontrar mejores soluciones. Si al menos así fuese, bien hallados sean esos ingeniosos acrónimos.