En los 90 sonó un grupo de escaso recorrido que se llamaba, nada más y nada menos, Hoy me siento italiano y musical. Yo no sería capaz de tararear ninguna canción suya, pero el caso es que hoy no me siento así, ni una cosa (sea lo que sea) ni la otra, sino dubitativo, preguntón. Por ejemplo, ¿cuánto tiempo es lo razonable que una madre esté despidiendo a su hija agitando la mano en la estación de autobuses o de trenes aunque no sepa dónde está sentada ni si ella la está mirando, y además tras unos cristales muy oscuros? ¿Lo tienen más fácil los zurdos en Inglaterra para conducir por la izquierda? ¿Por qué lo llamamos vino blanco si no tiene ese color? ¿Por qué hay tan pocas mujeres directoras de orquesta? ¿Qué habría que hacer con los que se pasan horas hablando alto por el móvil en el bus o en el tren? ¿Y con los que comen ruidosas palomitas durante la película entera en el cine? ¿O consultan reiteradamente el móvil en un concierto de música clásica?
¿No creen ustedes que algunos programas de televisión disfrazan sus verdaderas intenciones ponzoñosas vendiendo como 'homenaje a (la Pantoja, Rocío Jurado...)' lo que en realidad es revolver una y otra vez el insano morbo de los desencuentros familiares, de las peripecias sexuales, de las peleas por herencias...?

Por cierto, me encanta la palabra 'anguarina' (gabán rústico de paño burdo y sin mangas), y qué poco se usa ahora. Lo mismo que 'cachimán', que viene a ser un hueco o lugar en una casa donde se guardan objetos de diversa naturaleza (RAE dixit). Me gusta 'oía', porque con solo tres letras tiene tres sílabas.

Ya que estamos de confesiones, les diré que admiro la natación sincronizada por encima de casi todos los demás deportes y que me encantaría ir a un concierto conjunto de La M.O.D.A. y Celtas Cortos.

¿Desde cuándo y de dónde vendrá eso de exclamar «¡hombre!» para indicar sorpresa o asombro, o con un matiz conciliador? 

Hay que ver cómo se parece el ministro español de Asuntos Exteriores, José Antonio Albares, al gran actor ya fallecido José Luis López Vázquez. Y el presunto sinvergüenza Koldo García y el constatado ladrón y mentiroso Luis Roldán también se dan un aire. 

¡Ah!, el nombre de la banda del principio corresponde a una frase de James Bond (Sean Connery) en 007 contra el Dr. No.

Siéntanse ustedes italianos y musicales, que supongo que será algo bueno.