Carlos de la Villa

Aguas Abajo

Carlos de la Villa


Mis canciones

21/09/2024

Quedan días de verano. Amaral.
Pues sí. En un par de días se nos va el verano, y como todos los años llega el momento de los cambios.
Tras el período veraniego es el momento de hacer nuevos propósitos y planear nuevas actividades. Dudamos entre matricularnos en la escuela de idiomas; en volver a inscribirnos en el gimnasio para recuperar la figura que se nos ha curvado con las tapas y las cañitas del verano; vamos de quiosco en quiosco mirando y valorando la abundante oferta de colecciones con fascículos que estamos convencidos nos van a llenar las largas tardes de otoño e invierno. 
Al final, nos matriculamos en una academia porque nuestro inglés que creíamos avanzado no lo es tanto. Vamos a la tienda a comprarnos el equipo deportivo y de ahí al gimnasio a pagar la matricula, y a la vuelta paramos en el quiosco y compramos el número 1 de la colección para construir la maqueta del Alfa Romeo que condujo Fangio en 1951 y nos vamos a casa llenos de buenas intenciones.
Pero claro, entre medias están las fiestas de Aranda. Y todos sabemos lo que tiene eso. Alegría, almuerzos, vinitos, cordero asado, meriendas, tapas, más lechazo, morcilla de Aranda, un poco más de vino… 
Y piensas: ¿para que me voy a sacrificar ahora, si total, dentro de cuatro días llegan las Navidades con sus turrones, sus comidas familiares y sus tradicionales excesos? Lo dejo para primeros de año.
Total, que llamas al gimnasio y te das de baja porque te pilla mal el horario. Cancelas la matrícula de la academia porque este año no tienes previsto salir al extranjero, y no vuelves a acercarte al quiosco a por el fascículo 2 porque, al fin y al cabo, coches como el que condujo Fangio ya no se valoran. 
Una vez más hemos cumplido el rito de las buenas intenciones olvidadas en el cajón de la pereza. ¡Si lo sabré yo!