Martín Serrano

Plaza Mayor

Martín Serrano


Palabras más, palabras menos

28/04/2024

No. No voy a hablar de Los Rodríguez, uno de mis grupos más bailados (oigo risitas) y admirados. Solo comparto título con el de un disco suyo memorable, de 1995.

Yo me centro en que el castellano es un idioma muy vivo, permeable y atento a la llegada de nuevos términos. Los intensos lazos en Norteamérica con el inglés y las nuevas tecnologías y formas de relacionarnos (y de aislarnos) hacen que en la Real Academia Española (RAE) de la Lengua siempre haya una luz encendida y una ventana abierta. La calle acerca hasta esta docta institución que «limpia, fija y da esplendor» palabras que quieren empadronarse en su diccionario. Y yo planteo este dilema: «¿Es de recibo, aunque se deduzca fácilmente su significado, que cada uno por nuestra cuenta vayamos inventando términos? ¿Y lanzarlas a través de los medios de comunicación? ¿O debemos ajustarnos a lo oficial, a lo reglado y 'admitido'? Y no me refiero a cocreta ni a mondarina. 

Hace unos meses escuché a un sanitario decir 'termometrar' por la pequeña pantalla; y hace unas semanas a un locutor de deportes enfatizar que el portero había 'manopleado' el balón muy bien en un córner. Ninguno de los dos verbos tiene la 'licencia RAE' correspondiente para su tránsito por la comunicación en español. 

Por otro lado, el sustantivo 'mugue' tampoco aparece, y yo me comí unas cuantas de niño y adolescente. Se trata de una pequeña cebolleta que se encuentra en primavera y verano en las praderas y que sí se cita en algunos tratados y diccionarios de botánica.

Y sabían que por estos pagos los trapos, las bandejas y hasta los montes 'escullan' (gotean). Este verbo solo es usado en Burgos, Palencia y Cantabria, según recoge la RAE.

¿Se habían dado cuenta, cambiando de tercio, de que 'reconocer' y 'sometemos' se leen igual de delante a atrás que al revés? Es decir, son palíndromos, una magia lingüística que también acoge frases; la más famosa: Dábale arroz a la zorra el abad.

En fin, desviémonos hacia asuntos más disipados, sin gas ni chicha ni limoná. ¿No se han preguntado nunca qué locuras haría la tan mentada Puerros para saltar a nuestro catálogo de frases comodín de uso más frecuente? ¿Y a que muchas veces se nota demasiado en las películas que las maletas están vacías y pesan muy poco? ¿Qué necesidad y elegancia hay en que los vestidos de novia tengan que arrastrarse por el suelo? Nunca lo he entendido. Como tantas cosas.