Juan Carlos Pérez Manrique

Estos días azules...

Juan Carlos Pérez Manrique


Pirámide de los Italianos

20/03/2024

Como sucede con las personas, el destino puede señalar espacios en los que han de sucederse acontecimientos excepcionales no se sabe por qué razón, por qué misterio. Desde la antigua literatura grecorromana (Plinio el Joven, S.I) hasta la de nuestras guerras recientes, hay testimonios de lugares en los que tuvieron lugar batallas o hechos singulares y que presuntamente han proporcionado escenarios idóneos para la aparición de espíritus fantasmales pacíficos o feroces. No hace mucho, una revista que habla de este tipo de temas, a propósito del accidente de autobús con viajeros italianos que tuvo lugar en 1971 en el Puerto del Escudo, preguntaba: ¿la maldición de la pirámide? Lo cuenta Juan José López (Burgos Misterioso, 2022).

En mayo de 1971, en noche de densa niebla y desgracia, un fallo en la conducción o en los frenos del autobús, determinó un triste accidente en el Puerto del Escudo que supuso la muerte de 12 viajeros y provocó heridas, en algunos casos de suma gravedad, en otros 23. Todos eran italianos. Todos habían viajado hasta nuestra provincia para visitar al compañero o al padre muerto en la batalla de Santander y cuyo cuerpo había sido depositado en la llamada Pirámide de los italianos, el mausoleo mandado construir por Franco en 1937 para enterramiento de los soldados fascistas italianos muertos durante la guerra de España a la que habían acudido en su ayuda.     

La Junta ha declarado a la Pirámide Bien de Interés cultural al considerar necesario proteger su conservación y mantenimiento como una construcción peculiar y única. Pero la Pirámide, que con su carga de memoria singular forma parte del llamado 'Patrimonio incómodo', conlleva una gestión con desafíos y decencia para no ponderar la ideología fascista que lo inspiró. Alemania, donde es más fácil porque allí todos perdieron, es ejemplo para esto. La conservación de la Pirámide no puede servir para ensalzar a los muertos italianos enviados por Mussolini a España sino para testimoniar lo que no debió suceder y que enfrente también se moría, en ese caso, por defender la legalidad y la democracia. En el Foro Clave de Bóveda, Los Patrimonios incómodos (Universidad de Zaragoza, 2019) se habló de cómo estos deben servir para integrar el enfrentamiento de una parte de la historia pasada y del presente, para ponerse de acuerdo sobre qué se conserva, sobre cómo se presenta lo conservado y sobre cómo se narra. Y de cómo todo eso exige decisiones desde el acuerdo y no desde la imposición. Difícil hoy, ya sé.