Marian Peña

Observando al Mundo

Marian Peña


Amor con sabor a piña

11/09/2024

No hay verano que se precie que no cuente con su ola de calor, con su canción machacona o con un ligue estacional, tema que siempre ha dado mucho juego, no hay más que recordar un clásico del cine como Grease que aún sigue batiendo récords de audiencia cada vez que se repone en la pequeña pantalla. Sin duda, el del 24 será recordado por marcar un punto de inflexión en el método tradicional para conseguir amor de verano. Atrás parecen haber quedado la playa, las verbenas o los bares de copas como entornos propicios para el acercamiento amoroso o equivalente para dejar paso a un nuevo escenario, cuanto menos sorprendente. Efectivamente, me estoy refiriendo al ritual de las piñas en la famosa cadena de supermercados de la cual no citaré el nombre porque no creo que haya en España nadie que a estas alturas no conozca el asunto con pelos y señales.

Daría para un buen estudio de muchas naturalezas analizar cómo una ocurrencia en las redes sociales, secundada por muchos medios de comunicación, ya se sabe que en el mes de agosto este país cierra por vacaciones y no hay mucho que contar, ha podido dar para tanto. El señor Roig estará encantado porque ni en sus mejores sueños hubiera imaginado semejante publicidad y, además, gratis. O quizá no tanto porque ya hay quien habla de campaña publicitaria con un nuevo estilo. Una satisfacción solo empañada por algún conato de disturbio y por las hordas de curiosos y chavalería, a falta de mejores espacios de ocio y oferta cultural, que se han lanzado a merodear por sus tiendas para echarse unas risas o grabar un tik tok que subir a las redes; que a ver quién es el guapo que se aventura a hacer la compra a las siete de la tarde y es tan valiente como para meter una piña en su carrito, porque la necesite o porque se ha creído que así puede ligar

El asunto ha hecho correr ríos de tinta y de memes. Se puede analizar de manera frívola o sesuda, porque es cierto que las formas de relacionarnos han cambiado y mucho y es interesante analizar lo que hay detrás pero, sobre todo, deja claro que la creatividad en este país no tiene límites especialmente cuando se trata de reírse y hacer el tonto. Ya saben aquello de que un tonto engaña a ciento si le dan lugar y tiempo que dice el refranero popular y que, sin duda, sigue siendo muy actual.