Hace un año escribíamos sobre los resultados que ofrecía un trabajo de la Fundación Cotec en el que se baremaban los territorios en función de su índice de progreso. En aquellos momentos Burgos ocupaba el puesto noveno de España. Por delante estaban las de siempre, es decir, Madrid, Barcelona, las vascas, Navarra… El progreso no se alcanza sólo en función de tamaño sino en la capacidad de producir bienes y servicios demandados, con valor añadido alto, en los que nos hemos hecho expertos, lo que nos proporciona una ventaja competitiva. Esa es la cuestión. Pero esto no se alcanza por arte de magia. Como todo en economía tiene que ver con la capacidad de combinar factores en las cantidades exactas. Si habláramos en términos culinarios, antes con cuatro cosas un cocinero podía preparar un menú suficiente para sacar adelante su negocio sin demasiados problemas. Hoy para triunfar tienes que tener en la despensa una cantidad de elementos enorme, muchos de ellos desconocidos para el gran público, que hay que combinar y cocinar con unas técnicas casi de ciencia ficción.
En economía las cosas se han complicado de tal manera que la despensa hay que tenerla muy bien equipada para tener opciones. Llevamos tiempo diciendo que Burgos tiene asignaturas pendientes de aprobar en el terreno de las infraestructuras y que la cosa no pinta demasiado bien mientras no haya cambios en el Gobierno de España. Eso significa que debemos centrarnos en ampliar nuestra despensa de otros productos más cercanos que podamos tener a nuestro alcance. Por ejemplo, la retención y atracción de talento. Por eso es muy importante que ese plan talento que está en fase de construcción bajo iniciativa municipal llegue a buen puerto. El plan tiene que contener propuestas más eficaces e innovadoras que las de la competencia para que nos añada un plus en competitividad con otros territorios. Esto no supone olvidar las reivindicaciones clásicas pero hay que anticiparse a una realidad que está ahí, a la vuelta de la esquina, que está compuesta de cosas como big data, IA, hidrógeno verde, sostenibilidad, etc. Estar en el pelotón de cabeza ahora no es garantía de futuro. Hay que estar atentos a las escapadas y seguir pedaleando.