Hoy es domingo. San Demetrio. De Tesalónica. Un mártir. Dicen. 22 de diciembre. El día de la Lotería. Ahí vamos bien. Vamos a ponerlo con mayúscula, que para eso es el sorteo que más parné recauda y reparte. Quien más, quien menos, casi todo el mundo juega algo, aunque sea un décimo compartido que guarda tu padre. Y quien menos, quien más, casi todos hemos fantaseado en algún momento con que nos tocaba el Gordo. Pero bien inflado de billetes de 500.
Cumplamos el trámite obligado de abrir una botella de cava y de responder a los periodistas de Antena 3 Televisión a la puerta de una administración eufórica que con ese dinero taparemos algunos agujerillos, acabaremos de pagar la hipoteca, ayudaremos a los hijos y a algún familiar que anda apurado, y tal vez, solo tal vez, nos planteemos cambiar de coche, que ya tiene 22 años y hace ruiditos. Supongo que por un eléctrico o un híbrido. O un automático. Ya veremos.
Y ahora pensemos como personas normales, a lo grande, que somos ricos. Imaginémonos que nos ha tocado un millón de euros. Pues pongámonos retos a esa altura. Para que no pierdan ustedes el tiempo, aquí les apunto yo algunas ideas que me vienen a la mente a bote pronto para disfrutar por ser suertudo en solitario, con pareja, con amigos o familia... Antes de nada, para no dispersarnos demasiado, pongamos que dichos proyectos vitales sobrevenidos de tíos o tías con pasta los vamos a llevar a cabo en uno o dos años. Todo, a gusto del consumidor.
Qué les parece proponerse comer o cenar en todos los restaurantes de España con estrella Michelin. O pasar un fin de semana en todos los Paradores repartidos por la geografía nacional. Una tercera opción: recorrer América desde Alaska hasta Tierra de Fuego haciendo zigzag entre el Atlántico y en Pacífico. ¿Cuántas semanas tiene un año? ¿52? Pues seleccionar los 52 estadios de fútbol más míticos, grandes y emocionantes de Europa y América y acudir cada fin de semana a uno cuando haya partido. Y si usted es muy musical, puede hacer lo mismo yendo a conciertos de todo tipo y dimensiones.
Dejo que lo den hoy una vuelta. Bueno, creo que tendrán todo un año por delante para pensarlo, por si les toca ya en el 2025.
¡Salud a millonadas para todos! Y pues eso, que si no nos vemos, ¡feliz Navidad!