Es posible que peque de ingenuo pero esa foto en la que los políticos locales posan con gesto de complicidad ante el nuevo logo de la candidatura de Burgos a la capitalidad de la cultura ha alentado mi esperanza. La ciudad puede aspirar a competir siempre que nuestros ediles se mantengan unidos dejando a un lado sus intereses personales o de partido en beneficio de los del conjunto. Expande, el proyecto planteado por la alcaldesa, tiene el suficiente calado transformador en el urbanismo del centro de la ciudad como para haber atraído el interés de un parte amplia de la población. Con todos los matices que se quieran aducir, tengo la impresión de que ha sido bien recibido por la ciudadanía. Tiene los ingredientes necesarios como para despertar expectación sobre cómo podría verse el centro de Burgos una vez ejecutada una obra de este tipo. Pero la alcaldesa se equivocaría gravemente si no estableciera con sinceridad las condiciones adecuadas para que el resto de grupos del Ayuntamiento y la sociedad en general puedan formular sus aportaciones a la idea inicial.
Una vez desveladas las líneas maestras seguro que podrán surgir modificaciones que los autores de esta primera versión no han tenido en cuenta y que pueden mejorar los resultados. En muchos ámbitos sociales, en especial en la empresa, es moneda corriente tener abiertos los canales de participación para que los distintos grupos de interés que se entiendan concernidos por una propuesta puedan hacer aportaciones argumentadas con el objetivo de mejorar la eficacia inicial. Esta ciudad tiene ejemplos recientes de lo dañino que puede llegar a ser para el avance de un proyecto la creación de un clima de desconfianza.
Afortunadamente, también tenemos ejemplos en los que algunas de las más ambiciosas intervenciones urbanísticas han acabado siendo una realidad gracias al apoyo entre administraciones gestionadas por responsables políticos de distintos partidos. Démonos una oportunidad, sin estrategias dilatorias, para debatir y mejorar. Si otras ciudades de nuestro entorno lo han hecho, nosotros deberíamos poder. En unos tiempos en los que muchos ciudadanos nos debatimos entre la crispación y el hastío por la falta de expectativas en el modo de comportarse los protagonistas de la vida pública quiero mantener mi esperanza porque las cosas cercanas puedan tener otro ambiente.