Lorena Bodas

Aguas Abajo

Lorena Bodas


En romance

08/02/2025

El cariño y respeto hacia la literatura y la historia a veces son correspondidos y te permiten vivir experiencias que de otro modo serían impensables. Ese amor compartido con amistades hace posible, eventos como el que ha tenido lugar esta semana: el II Certamen de Novela Histórica Villa de Aranda. Jornadas que acercan al lector y al escritor, creando un espacio donde compartir mucho más que letras: vivencias, recuerdos e ilusiones.

Del 4 al 7 de febrero, han pasado por esta villa, cada vez más literaria, autores como Antonio Pérez Henares, Nieves Muñoz, Javier Alandes o José Luis Corral. Detrás, el impulso de María Antonia Sassot y de quien ya podemos llamar madrina del certamen, Isabel Abenia. Un Ayuntamiento que facilita un auditorio y un público que regala su presencia y entusiasmo hacen que el futuro de estas jornadas sea prometedor. El respaldo de dos asociaciones, la de Educación Permanente de Adultos y la de Vecinos de la Zona Centro, refleja una apuesta firme por la cultura de calidad.

Hoy, 7 de febrero, está convocado José Luis Corral, que seguro volverá a llenar la Casa de Cultura, como ya lo han hecho sus predecesores. De ellos puedo hablar con gratitud: me han demostrado que, más allá de sus obras, son seres con los que es fácil encontrar puntos en común. Son contadores de historias que, como bien decía Nieves Muñoz, narran para sanarse y para sanarnos. Escriben las aventuras que les habría gustado vivir, como hace Alandes. Si Pérez Henares reivindicaba la riqueza de una lengua y los héroes que nos han llegado a través de romances y cantares, como La loba parda o El Cantar de Mio Cid, todos coinciden en que la novela histórica es esa historia ficcionada que nos permite abrirnos a un futuro desde un rico pasado.

Sin embargo, entre el público echo en falta más jóvenes adultos. Sabemos que el tema les interesa, pero ¿por qué no acuden a escuchar a quienes dan vida a las historias que disfrutan?