Natalia San Emeterio puso voz esta semana en este periódico al drama que viven no pocos universitarios que acuden a Burgos para estudiar una carrera. En muchas ocasiones, los datos en frío no ponen de manifiesto toda la crudeza de una odisea. Y alquilar un piso para muchos jóvenes se está convirtiendo en un sufrimiento cuando no en una tarea imposible. En la capital hay propietarios que este año están pidiendo hasta 560 euros por una habitación, un cuarto pelado sin baño y con cocina compartida. Se trata de una cifra desorbitante, de manera que cualquier precio inferior parece ínfimo, pero no es así. La joven que estos días se sinceró con Diario de Burgos va a pagar este año algo más de 300 pavos por compartir vivienda con una compañera, que ya está bien para alguien que apenas tiene ingresos. Pero más allá del roto que le va a suponer el alquiler a ella y a su familia, relataba todo un vía crucis a la hora de encontrar alojamiento. La oferta es tan escasa que los apartamentos más decentes y más 'económicos' vuelan de las páginas webs a los pocos minutos de ser anunciados. Para alguien que es de fuera y que precisa encontrar con urgencia un lugar donde residir debe resultar del todo estresante comprobar que llega la fecha para empezar las clases y lo más parecido que ha encontrado a un lugar para vivir es debajo del puente de San Pablo. En fin, al final, por mediación de unos amigos de sus padres, halló un sitio donde se quedará todo el curso. 

Es verdad que la ley de la oferta y la demanda rige en este y otros muchos mercados. Si hay pocos pisos en alquiler y hay muchos aspirantes a convertirse en inquilinos lo lógico es que los precios suban. Pero hasta un límite. Sí, porque Burgos no puede crearse una fama de ciudad que pone las cosas difíciles a los más jóvenes, más en una capital en cuyo Ayuntamiento hay tres fuerzas políticas preocupadas por retener y atraer talento. Se impone un acuerdo entre PP, PSOE y Vox para lograr que los propietarios de casas vacías se animen a ponerlas en renta. El actual equipo de Gobierno ha lanzado ya alguna idea, como el pago de un seguro de daños e impagos a los dueños. Bien, pero que todas estas medidas se sustancien con celeridad.