La pasada primavera usé este espacio para hablar de la viruela símica. Entonces escribí sobre el brote que hubo en 2022, y de que a pesar de que se pudo contener en España y en la mayor parte del mundo, este virus seguía causando brotes e infecciones en la República Democrática del Congo.
A pesar de su nombre, el virus se encuentra principalmente en roedores, pero puede infectar primates y otras especies. En humanos, el virus se puede transmitir de persona a persona, y hasta hace poco, la transmisión era mediada por contactos íntimos entre personas. La necesidad de un contacto sexual para poder transmitir el virus hizo posible que se pudiera contener el brote del 2022, que afectó en su mayoría a personas homosexuales, debido a que los primeros casos que ocurrieron fueron en esta comunidad. Pero igualmente el virus se puede propagar entre heterosexuales, si es que se extendiera fuera de la comunidad homosexual. El virus de la viruela símica es muy similar al virus de la viruela, una de las plagas que más mortalidad ha causado en humanos hasta su erradicación, gracias a la vacuna de la viruela. En el caso de la viruela, y en contraste con la viruela símica, se transmitía no sólo por contacto sexual, sino también por proximidad con una persona infectada.
En el Congo existen dos tipos del virus de la viruela símica, llamadas clado 1 y clado 2, endémicas en roedores y con los subgrupos del clado 1b y del clado 2b, causando de cuando en cuando infecciones en humanos. El brote internacional del 2022 fue causado por un virus del clado 2b, que afortunadamente es más benigno que el clado 1b. En mi comentario de marzo ya apuntaba que tendríamos que poner más esfuerzo para entender las infecciones en el Congo, ya que no sabíamos si el virus estaba evolucionando y adaptándose a infectar a humanos. En el Congo, la mayor parte de las infecciones en humanos son debidas al clado 1b, que causa una enfermedad más severa en personas infectadas. Hasta hace poco, las infecciones eran detectadas principalmente en adultos, lo que sugiere transmisión sexual. Pero en los últimos meses no sólo se han comenzado a detectar más infecciones, sino que las infecciones son ahora más prevalentes en niños, lo que indica que el virus no sólo se transmite sexualmente sino también por proximidad sin contacto sexual. Desde el 2023, se han reportado más de 12.600 casos y 580 muertes causadas por el clado 1b de la viruela símica en la República Democrática del Congo. Y además, el virus ha comenzado a extenderse a otros países, con casos detectados recientemente en Burundi, Kenia, Ruanda, Uganda, Gabón, Guinea y Liberia. Casos esporádicos de personas infectadas con clado 1b se han detectado en viajeros provenientes de otros países en Suecia y Pakistán, y posiblemente hayan habido más casos sin diagnosticar. Para complicar más la situación, el clado 2b del 2022 no se ha extinguido por completo, con nuevas infecciones reportadas en Australia. El 14 de agosto de 2024, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calificaba el brote en África de viruela símica como 'una situación internacional de emergencia'. Pero no está claro si el brote se puede contener o si va a continuar propagándose y causar brotes epidémicos dentro y fuera de África y potencialmente dar lugar a una pandemia, a no ser que sea contenido antes.
Aunque existen antivirales contra el virus de la viruela, los ensayos clínicos con ellos en el Congo contra el clado 1b no han sido prometedores. Por suerte, la vacuna de la viruela parece ser efectiva contra la viruela símica. Sin embargo, existe la necesidad urgente de incrementar los tests de diagnóstico, los tratamientos antivirales y las vacunas en África, ya que los países afectados carecen de los recursos suficientes para contener el brote. Esperemos que esto se haga lo antes posible; antes de que la situación se nos vaya de las manos y nos encontremos en una emergencia en salud pública no sólo en África sino en el resto del mundo.