Aurelio Medel

Hecho a mano

Aurelio Medel


Xenofobia oficial

22/03/2025

La inmigración se ha convertido en uno de los temas más relevantes de la agenda global. Casi siempre enfocado como un problema y en contadas ocasiones como una oportunidad, una solución. La extrema derecha ha convertido la satanización del inmigrante en la clave de bóveda de su campaña del miedo: nos invaden, nos roban, son salvajes. Son sólo algunas de las lindezas que vomitan.

El martes pasado, Diario de Burgos publicaba que la mitad de las altas de la Seguridad Social del último año (Febrero 24-Febrero 25) son de extranjeros; 1.791 altas de un total de 3.200. Algunos de ellos acabarán protagonizando la contraportada del sábado de este periódico. Son los responsables de que haya reabierto el bar del pueblo, la panadería o el colmado; cuidan de niños y abuelos; pastorean el ganado y cultivan el campo. Estos que tanto preocupan a la extrema derecha vienen a trabajar, a ocuparse de esas labores que los nacionales no queremos hacer. También habrá algún ingeniero o médico, pero a esos, aunque hayan nacido fuera, no los ven como extranjeros.

También hemos conocido esta semana el asesinato de Andrea Bejarano, un crimen protagonizado por su pareja, que parece ser que no soportaba la idea de que ella se quisiera separar. Es un caso claro de violencia de género, pero la extrema derecha prefiere calificarlo como violencia intrafamiliar, ignorando que en la inmensa mayoría de los casos la víctima es una mujer. En este desgraciado caso, ambos son colombianos, él militar y ella técnico de laboratorio.

Cuándo se van a convencer de que la delincuencia y la criminalidad tienen más que ver con la vulnerabilidad económica, los desequilibrios mentales y la posición de fuerza o dominio que con el lugar de nacimiento. Cuándo van a entender que una provincia, un país, con un desequilibrio demográfico enorme, con más fallecidos que nacimientos al año, necesita la inmigración para mantener el ritmo económico y social.

El racismo y la xenofobia de la extrema derecha resultan dramáticos cuando contaminan al centro derecha, al PP, como sucedió en la ciudad de Burgos en noviembre pasado, cuando la alcaldesa, para ganarse el apoyo de Vox a los presupuestos, aceptó suspender las ayudas a las ONG que recibían los inmigrantes. Así es como la xenofobia se hace oficial, lo acaba de hacer el zombi Carlos Mazón en Valencia al asumir el discurso ultra.