El concejal Romo, que milita en las filas de la oposición, ha pedido a la alcaldesa Ayala que «deje de estar en Babia» en asuntos de salud y convoque consejos, comisiones, reuniones de la cosa sanitaria, algo. Babia era la tierra leonesa donde dicen que se crio Babieca, el caballo a cuyos lomos de fibra y harina libró el Cid heroicas batallas, y, refiriéndose a ella, ha querido el concejal poner en solfa que la alcaldesa cumpla sus obligaciones. Gómez de la Serna escribió en ABC que cuando se dice, «el Rey está en Babia», es que no quiere saber nada de nada. Pues eso. También podía haber dicho el edil que la alcaldesa está en las Batuecas, que viene a suponer similar ensimismamiento, aunque este era paraje peligroso, habitado por una tribu primitiva, nada que ver con los verdes campos de Babia. Lo que está claro es que, para el concejal Romo, Burgos no es Jauja, aquel lugar del que decía Lope de Rueda que se paga al que duerme y se castiga al que trabaja, en el que las calles están pavimentadas de yemas de huevo y los ríos son de leche y miel. Si hubiera querido ser un poco más amable, el concejal hubiera dicho que la alcaldesa está entre Pinto y Valdemoro, o sea, a medio camino de cumplir, aunque no es buen sitio; que lo diga aquel borracho que libaba en las tabernas de ambos pueblos y para ir de uno a otro saltaba el riachuelo que los separa, cayendo un día en él. También podía haber sido el concejal más antipático diciendo que la alcaldesa está en Barataria, la ínsula que gobernó Sancho Panza con tan mala fortuna que a los siete días dimitió escapando al trote con su rucio. Y podía haber afirmado, en fin, que la regidora está por los cerros de Úbeda, o sea, perdida, como Alvar Fáñez, que dijo estar por allí cuando abandonó la disciplina militar en pleno combate cautivado por los encantos de una ubetense. Que vuelva de Babia la alcaldesa Ayala y convoque consejos sanitarios, comisiones, reuniones, algo, que el concejal Romo anda más inquieto con este tema que don Quijote ante los molinos. Para que luego digan que no es amena la vida municipal.
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