¡Bingo! El sorteo de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey ha emparejado a la Arandina con el Real Madrid. El partido se jugará el 6 de enero, así que, sin duda, es un regalo de Reyes. aunque pierdan los de Aranda, que tal vez sí, tal vez no.
-«Nene, ¿qué has pedido a los Reyes Magos?».
-«Que gane la Arandina al Real Madrid».
Pues claro. Aunque el pez grande se come al chico y el equipo grande también se merienda al pequeño por goleada, cualquiera tiene un tropiezo, una debilidad y si el minúsculo David derribó al gigante Goliat de una pedrada, todo es posible.
-«Y ese David, ¿en qué equipo juega?».
-«En la Arandina, nene. En la Arandina».
Hace cincuenta años este periódico publicó una columna de Francisco Umbral en la que el escritor decía que todo lo que hace el Real Madrid es historia de España. Se le fue un poco la mano al hombre en esto de escribir la historia con los pies, aunque ahora es peor; ahora se escribe sin pies ni cabeza. Veinte años después de aquella categórica afirmación, los arandinos nombraron a Umbral persona non grata porque los llamó «paletos», que aquí se le fue la lengua al hombre, y hasta quisieron los ribereños poner su nombre a un vertedero, pero esta es otra historia. .
-«Y ese Umbral, ¿en qué equipo juega?».
-«En el Madrid, nene. Jugaba en el Real Madrid».
Lo que hace el Madrid es historia de España, sobre todo si el próximo seis de enero pierde contra la Arandina. Hala Madrid y nada más, dicen con suficiencia los que tienen las entretelas blancas. ¡Hale, hale, hale, Arandina!, dicen los blanquiazules, que necesitan más hales, más jaleo, más impulso, más ánimo.
-«¡Ale, ale, ale, Arandina!».
-«Con hache, nene. Con hache».
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